Retención de Líquidos, Por Qué Sucede y Cómo Evitarlo

Si estás sufriendo retención de liquidos debes acudir al doctor para que busque su causa y te ayude a eliminar este problema de salud.

¿Te ha pasado que de un día para otro parece que hubieses subido de peso? Te ves los tobillos hinchados y en general te sientes como si hubieses ganado una talla sin hacer ningún cambio en la alimentación. Esto podría estar asociado a la retención de líquidos. Sigue leyendo para conocer más sobre esta condición y cómo combatirla en tu día a día.

¿Qué es la retención de líquidos?

La retención de líquidos ocurre cuando hay exceso de fluidos en el organismo. Se da en el sistema circulatorio o dentro de los tejidos y cavidades (Palsdottir, 2018).

Sus síntomas más frecuentes incluyen (Purdie, 2017):

  • Inflamación, especialmente del área abdominal, las piernas y los pies.
  • Hinchazón en la cara.
  • Articulaciones rígidas.
  • Fluctuaciones de peso.
  • Hendiduras en la piel.

Esta condición puede darse en la cotidianidad, influenciada por diversos factores (Purdie, 2017):

  • Dieta alta en sodio.
  • Cambios hormonales relacionados con el ciclo menstrual.
  • Viajar en avión, por los cambios de presión en cabina.
  • Embarazo, por fluctuaciones en la distribución del peso que producen retención en las extremidades inferiores.
  • Permanecer de pie o sentado por mucho tiempo hace que la sangre se acumule en el extremo inferior del cuerpo.
  • Algunos medicamentos pueden causar retención de líquidos como efecto secundario. Entre estos están analgésicos, tratamientos de quimioterapia, medicamentos para la presión sanguínea y antidepresivos.

Tres prácticas para combatir la retención de líquidos

Retener líquidos no es solo un problema de salud. También puede convertirse en un dolor de cabeza para tu bienestar, ya que puede tener efectos negativos en tu imagen personal. Te dejamos estos tres consejos para que no te suceda con frecuencia.

Lleva una dieta anti-retención

Reduce constantemente el riesgo de retención de líquidos incorporando estos hábitos a tu dieta (Purdie, 2017):

  • Procura consumir alimentos bajos en sodio (sal). Sazona con condimentos y especies para disminuir la cantidad de sal al cocinar. Evita los alimentos procesados.
  • Modera también tu ingesta de azúcar refinada.
  • Añade alimentos ricos en potasio y magnesio para equilibrar tu nivel de sodio. Algunos de ellos son bananos, aguacates, tomates y vegetales de hoja, como la espinaca.
  • Consume proteína. Ella atrae el agua y te ayuda a mantener un organismo balanceado. Recuerda que la proteína no sólo está en los alimentos de origen animal, también está presente en plantas, legumbres y cereales, entre otros.

¡Muévete!

El movimiento tiende a ayudar a que el organismo se mantenga dinámico y no genere retención de líquidos. 

Una de las causas más comunes de la retención de líquidos es el sedentarismo y el excesivo consumo de sal. Caminar 30 minutos al día 5 días a la semana ayuda a combatir este problema de salud.

Si tu área problemática son las extremidades inferiores, intenta elevar los pies para aliviar los síntomas (Palsdottir, 2018).

Usa prendas de compresión

La ropa de compresión, como los leggings o las medias, previene la acumulación de líquido en las piernas. Cuando hagas ejercicio usa leggins ajustados sin que te aprieten.

Si te ves los tobillos hinchados antes de dormir, coloca varios cojines o almohadas bajo los pies para elevarlos. Otro remedio natural que ayuda es la sal de Epsom. Sumerge los pies en agua mezclada con media taza de esa sal por 20 minutos. Esto te ayuda a desinflamarlos y a relajarlos.

Estos consejos son sencillos y fáciles de practicar. No sólo te ayudarán a mantener la retención de líquidos a raya, sino que además pueden contribuir a que lleves un estilo de vida saludable que conduzca a tu bienestar.


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