La mujer sumisa es la que solo actúa bajo la dirección o señalamiento de otros, mostrando un bajo o casi desaparecido control de su personalidad y carácter. Sin duda, es una persona débil y fácilmente manejable. La actitud de sumisión hace que estas personas en el fondo se sientan infelices, aunque no lo admitan.
En este artículo te ayudo a ver las cosas más claras, dándote consejos para que puedas salir de ese estado de sumisión e inferioridad que lastima tanto tu autoestima y tu amor propio.
¿Cómo es la mujer sumisa?
– La sumisión se define como un sometimiento ante alguien.
– La mujer sumisa obedece las instrucciones u órdenes de un tercero, sin derecho a oponerse o a desobedecer. De no hacerlo, teme recibir alguna represalia o castigo como consecuencia de su negación a complacer la voluntad de quien la somete.
– Siempre luce como alguien débil de carácter, cuya obediencia ante otro significa un total rendimiento.
– La mujer sumisa cae en un servilismo no acorde con lo que debería demostrar en su diario proceder.
– No enfrenta los problemas y acepta cualquier solución para evitarlos. No tiene la personalidad para encararlos.
– Suele tener una autoestima casi desaparecida y con eso acentúa su inseguridad.
– La sumisa suele hacer alabanzas y adulaciones exageradas para demostrar su fidelidad y total sumisión.
– Una persona sumisa no aspira alcanzar ningún tipo de metas. Su vida gira en base los dictámenes de quien la somete. Esto la convierte en un ser derrotado.
¿Cómo superarlo?
- Tienes que estar consciente de quién eres y de lo que vales. En el fondo sabes que a lo largo de tu vida has logrado avances. Por qué no los exhibes?. Tus triunfos te pertenecen. Demuestra tu valor. Aunque te cueste creerlo eres capaz de lograr lo que te propongas. Sin embargo, la sumisión en la que estás no te deja mostrar lo mejor de ti.
- Debes comenzar a sentirte segura de tus actos. No inclines más la cabeza. Tu rostro debe contagiar y reflejar en todo momento las cosas buenas de las que te sientes orgullosa. No veas solo a la mujer externa. Mira a la mujer que llevas por dentro. Eres una persona con grandes fortalezas. Reconócete y prométete dar el paso hacia una nueva vida, donde la sumisión no tenga espacio.
- Manifiesta tus deseos de superación y de triunfo. Una mujer sumisa difícilmente será un persona exitosa.
- No sigas pensando que los derechos de los demás son más importantes y valiosos que los tuyos.
- Fortalecer tu autoestima es una tarea urgente. Comienza a creer en ti y en tus acciones.
- Deja el miedo atrás y enfrenta las situaciones de conflicto, con la seguridad de poseer la actitud razonable para darles la debida solución. No decidir hace que nadie te tome en cuenta. Cambia esta situación y conviértete en tu propia heroína, empezando a hacer lo que te hace sentir orgullosa de ti. Recuerda esto siempre: Quien te somete, no se siente orgulloso de ti. Solo te utiliza. Estás a su merced!
La mujer sumisa: No bajes más la cabeza. Llegó el momento de reaccionar!
- No bajes más la cabeza ni sigas rindiéndote ante nadie. Esa no es ni será jamás la forma correcta de actuar.
- Si sientes que sola no puedes salir de este circulo vicioso, te recomiendo buscar ayuda profesional. Un psicólogo puede facilitarte las herramientas que necesitas para dar el paso.
- Ser sumisa es una actitud errada y muy triste. Tu vida merece un giro que la transforme y la haga salir del estado de oscuridad donde está ahora para ir hacia la luz. Empodérate y despide con valentía a la mujer sumisa y dale la bienvenida a la mujer valiente, segura y decidida.
Para terminar te dejo esta frase:
“La sumisión y tolerancia no es el camino moral, pero si con frecuencia el más cómodo” __Martin Luther King
