Salud integral: bienestar físico y mental para una vida más larga

El bienestar tiene un poder reparador para tu cuerpo y tu mente

Una vida prolongada y feliz requiere que nos ocupemos de nuestro bienestar y salud integral. Esto consiste en garantizar para nosotras mismas las condiciones que contribuyan a hacer agradable y valiosa nuestra existencia. Para ello, es prioritario que descansemos un poco de la rutina del trabajo, y dejemos espacio para las actividades que mejoran nuestra vida y nos proporcionan satisfacción personal.

A veces parece inevitable que aquel proyecto sin concretar nos mantenga horas ocupadas en la oficina. O que algunas ideas para mejorar los procesos laborales nos impidan dedicar tiempo para nosotras mismas. Sin embargo, este estilo de vida puede resultar nocivo para nuestra salud integral y reducir en gran medida nuestra calidad de vida.

La ansiedad y el estrés, por ejemplo, pueden repercutir negativamente. Por eso es importante darnos un respiro y dejar espacio en nuestra agenda, para disfrutar de experiencias que favorezcan la tranquilidad.

Salud integral: La clave para una vida feliz

 La calidad de vida de una persona no puede medirse por su posición o por sus posesiones materiales. Por ende, no está relacionada con los ingresos que recibe, sino con la satisfacción que generan esos ingresos. Ese agrado tiene que ver precisamente con la felicidad.

«Este es tu momento y ser feliz es tu misión» Dora D’Agostino 

Pero la satisfacción no solo la proporcionan los ingresos económicos, pues la salud integral tiene que ver con todos los aspectos de la vida. El descanso, por ejemplo, genera una buena salud integral. También la sensación de energía en la mañana. Estos aspectos son parte de nuestra salud física y están estrechamente relacionados con nuestra felicidad.

Asimismo, los sentimientos positivos, el aprendizaje que nos deja cada experiencia, la autoestima, las relaciones con los demás, la consecución de objetivos, plantearse metas y esforzarse para lograrlas. Todos van de la mano con el agrado que sintamos por ser quienes somos.

Lo que te da felicidad genera bienestar integral en ti.

Entonces, ¿cómo se unen la salud y la felicidad?

Un estudio reciente demostró que existe un vínculo directo. Dicho estudio, publicado en Applied Psychology: Health and Well-Being (2017), investigó por qué y cuándo el “bienestar subjetivo” —o la evaluación que las personas hacen de sus propias vidas— influye en la salud. Cuando las cosas parecen ir bien, se generan sentimientos de disfrute y satisfacción. Contrariamente, cuando las cosas parecen ir mal, se generan sentimientos de ira y tristeza. También estrés y preocupación.

Las conclusiones de la investigación sugieren asociaciones entre el bienestar subjetivo y la salud, específicamente en el funcionamiento del sistema inmunitario, cardiovascular y endocrino. Edward Diener, uno de los autores principales de esta investigación y profesor de psicología social de la Universidad de Utah, afirma que aquellas personas felices o que se sienten bien consigo mismas, tienden a cuidarse más y a llevar comportamientos o estilos de vida saludables (La Vanguardia, 2017).

Debemos aprender a manejar mejor nuestras emociones

En este sentido, Laura Kubzansky (2014), profesora de ciencias sociales y conductuales en la Facultad de Salud Pública de Harvard, asegura que ser capaces de manejar nuestros altibajos emocionales es importante tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente.

Kubzansky explica que una revisión de más de 200 estudios de 2012 permitió establecer una relación entre la salud física y los atributos psicológicos positivos, como la felicidad, el optimismo y la satisfacción con la vida. Además, la investigación indica que una menor presión arterial, un peso corporal normal y perfiles de lípidos en la sangre más saludables,  también se asocian con una mayor sensación de bienestar y salud integral.

Debemos tener sentido de la salud integral

Ciertamente, ser feliz no es tan simple como decirlo. La vida está llena de momentos buenos y malos, y no todos dependen de nosotras. Es decir, no siempre podemos tener el control de lo que sucede. Sin embargo, como afirman Diener y Kubzansky, a las personas que tienen un buen sentido de lo que es la salud integral se les facilita mantener un estilo de vida sano. Hacer ejercicio, tener una dieta equilibrada y dormir lo suficiente son hábitos importantes para la salud física y mental.

Las posiciones de yoga sostenidas equilibran tu mente, tu cuerpo y le dan paz a tu alma

Igualmente, tener una mentalidad optimista puede hacernos más propensas a involucrarnos en conductas saludables. Esto se debe a que las percibimos como útiles para lograr los objetivos que nos planteamos.

De esta forma, tener sentido de lo que significa la salud integral se refiere a garantizarnos calidad de vida. Pero ¿cómo podemos lograrlo? Precisamente, con la satisfacción de nuestras necesidades humanas. Estas no son infinitas ni cambian de una cultura a otra, sostiene el economista chileno Max Neef (2016)

El autor, quien enfatiza que “lo pequeño puede ser maravilloso”, señala estas necesidades humanas inspiradas en la calidad de vida: ser, tener, hacer y estar. También agrega las siguientes: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Basándonos en este planteamiento, podemos poner en práctica claves sencillas para apuntar hacia nuestra salud integral.

 1. Aprender cosas nuevas

Aprender un idioma o adquirir conocimientos y competencias nos ayuda a sentirnos mejor con nosotras mismas. El aprendizaje nos motiva y nos llena de satisfacción.

Aprender nuevas cosas nos da un propósito de vida. Una meta ambiciosa sería plantarse frente a un instrumento musical y aprender música. Es un bálsamo para el cerebro, según la ciencia. “Multitud de estudios concluyen que ayuda a establecer mejores conexiones neuronales, influye en la memoria a largo plazo y protege del deterioro cognitivo” (López Pevida, 2020).

 2. Hacer ejercicio regularmente eleva nuestra felicidad

No podemos subestimar la importancia de una buena caminata diaria para nuestro bienestar. Aunque sea por una hora, caminar es una terapia excelente para relajarnos, distraer la mente de las tareas cotidianas y liberarnos del estrés.

El ejercicio físico así como oir música es generador de bienestar emocional y físico

De igual forma, el ejercicio ayuda a la salud física y mental. Ir al gimnasio, andar en bicicleta y trotar son actividades que nos permitirán mantenernos enérgicas y saludables.

 3. Piensa en las cosas que te gustan

Uno de los consejos más sencillos para mantener nuestra salud integral es hacer algo que nos guste. “¿Qué me hace feliz?”. Cualquier actividad que nos haga felices ayudará a mejorar nuestra calidad de vida. Leer un buen libro, escuchar música, ir al teatro, hacer una comida familiar, ir de paseo… La idea es aumentar nuestra satisfacción y disfrutar de la vida.

4. Aprende a gestionar las emociones negativas para conservar tu salud integral

Como dijimos, para tener salud integral no basta con decretarlo. Además de momentos felices y sentimientos agradables, la vida también está llena de emociones que queremos desterrar de nuestra personalidad. La tristeza, la ira, el miedo, por ejemplo.

Aunque pensemos que esas emociones están peleadas con nuestro bienestar, lo cierto es que nos permiten organizar nuestra mente. Por ello, debemos “reconocer que las mal llamadas emociones negativas nos pertenecen y constituyen nuestra personalidad”. Así lo afirma Esther Blanco, codirectora de la clínica de psicoterapia y personalidad Persum (2020).

Donde deberíamos trabajar es en la forma de manifestarlas, explica Blanco. “Aceptarlas es lo que nos permitiría conocer a fondo nuestra mente y posibilitaría gestionarlas del mejor modo posible”. Se trata de desterrar la idea de que la felicidad es perfecta. Las emociones negativas permiten comprender quiénes somos realmente y cómo podemos actuar para sentirnos mejor con nosotras mismas.

Entonces, una buena vida, larga y saludable, está asociada a los hábitos que adoptemos para ser felices. Definitivamente, nuestra salud integral y nuestro bienestar se conectan directamente con los recuerdos que creamos, las personas de las cuales nos rodeamos, y aquellas cosas que nos generan satisfacción. Y no olvidemos que, del deporte, tanto el cuerpo como la mente obtienen ganancias. Una vida saludable y feliz seguramente será más larga y divertida.


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